El mecanismo teórico es sencillo e impecable: si yo aplico una corriente eléctrica al agua (en unas condiciones determinadas), ésta, se descompone en sus elementos fundamentales, Hidrógeno (H2) y Oxígeno (O). Pues bien, si realizo el proceso en orden inverso, esto es, junto Hidrógeno con Oxígeno, consigo electricidad. En definitiva, en el Planeta Tierra tenemos ingentes cantidades de Agua. Sólo tenemos que extraer su Hidrógeno, almacenarlo y utilizarlo cuando queramos para que al mezclarlo con el Oxígeno de la atmósfera se genere corriente eléctrica. Corriente eléctrica que podemos utilizar para mover nuestros coches, encender nuestros ordenadores, calentar nuestros hogares, etc. Con la ventaja añadida de que el único residuo producido es Agua y Calor. Perfecto, ¿no? Parece como si Dios hubiera escondido en las entrañas de la Creación, una solución definitiva para nuestros problemas energéticos mundiales. La habría guardado en las profundidades de la materia, sabiendo que, gracias a nuestro desarrollo y constancia, sería descubierta, casi como una revelación. De esta perfección casi divina, surge la leyenda urbana de un oscuro interés mundial de las productoras petrolíferas (en su mayoría Estados) por tapar este descubrimiento, que será utilizado cuando los recursos de crudo escaseen y empiecen a no ser tan rentables. Pero...
*(1): Quienes estéis interesados en el tema del concepto y utilización del "chivo expiatorio" como panacea para la resolución de problemas, no dudéis en leer "Veo a Satan caer como el relámpago" de Girard, Rene; Editorial Anagrama S.A.
VEO A SATAN CAER COMO EL RELAMPAGO
de GIRARD, RENE
EDITORIAL ANAGRAMA, S.A., 0001
Tapa blanda