domingo, 19 de octubre de 2008

La Misión... Algoriana.

Desde este blog he intentado siempre mantener una postura crítica a lo que considero una posición demasiado politizada y extremadamente dogmática. La tiranía con la que los seguidores algorianos intentan imponer su creencias exceden con mucho lo aceptable. ¿Entra dentro de lo posible oponerse a sus dogmas? ¿Alguien puede mantener una postura contraria sin que se dude de su salud mental, su nobleza de espíritu o de su independencia de la oscura y mezquina esfera de intereses económicos? ¿Es moralmente aceptable la oposición a los corolarios algorianos?
No deja de sorprenderme el carácter religioso de la teoría del Calentamiento Global. La estructura de conocimiento, organización y desarrollo se ha extendido de la misma forma que la Iglesia articuló su implantación hace ya 2000 años. La teoría, inicialmente científica, se ha tornado en un acto de fé: "yo creo en el Cambio Climático" es una frase demasiado escuchada que es ya imposible de rebatir sin que peligre tu integridad e integración social. El concepto ha trascendido al ámbito de lo "sobrenatural" para quedarse como vértice superior de la pirámide de valores de la refundada "religión laica".
Una vez bendecido el mensaje, aparece el mesías, cuya misión, dolorosa y solitaria, es la de propagar la verdad. Y para ello debe fundar una Iglesia: The Climate Project (TCP). En su web oficial se pueden ver apartados que rezan así: "Misión", "Visión", "El encuentro". La metodología para la propagación del mensaje resulta proverbial. El Maestro, forma y alecciona a apóstoles que a su vez hacen llegar el mensaje a todos los rincones del planeta. Como ellos mismos dicen en su web: "...El objetivo de nuestra organización es, entre otros, la concienciación de la sociedad mediante presentaciones impartidas por voluntarios formados por TCPS y a través de la realización de seminarios."..."Mediante la concienciación y la educación queremos crear una armada de líderes sociales en España y en América Latina para difundir el mensaje..."
La historia está plagadas de mesías que han intentado convencernos de la existencia de "un mundo feliz". Algunas de estas personas han entregado su vida al servicio de su causa. No han dudado en dejarlo todo para salvarnos. Todos ellos me merecen el máximo respeto. Lo que no consiento es que intenten salvarme con mi propio dinero y sin opción a negarme.
"Qué es acaso el laicismo en nuestros días, si no una religión"