domingo, 14 de septiembre de 2008

Los huracanes, el estado y el cambio climático. (I)

Este año es el huracán Ike. Primero asolaba uno de los últimos bastiones comunistas (al menos eso dicen) y luego arrasaba las costas y el interior del paradigma liberal (al menos eso dicen).
Resulta curioso que en los últimos años, la sensación popular y la intención de los medios de comunicación, sea la de demostrar un incremento radical del número de huracanes y de la fuerza destructiva de estos. Por si este nuevo mito no fuera suficiente, es imposible, ni siquiera cuestionar que dicho incremento es causa directa del cambio climático de Al Gore. Pues bien, como casi siempre, el sentido común no suele ayudar en cuestiones de ciencia, puesto que lo obvio y evidente no tiene por que ser lo cierto, aunque lo parezca. Eso sí, lo obvio y evidente es fácil de transmitir a la ciudadanía y parece más cargado de verdad puesto que se entiende fácilmente, sin necesidad de esfuerzo, y el esfuerzo, hoy en día, es un valor a la baja. Lo que cuesta entender no merece la pena ser estudiado por que adquiere un matiz de falso. En cambio, lo inmediato es correcto. Ortega y Gasset hablaba de la filosofía como "el esfuerzo intelectual por excelencia".
Pues bien, según la National Weather Service, en el gráfico que muestra el número de huracanes por década en EEUU, se puede observar que estos han disminuido en los últimos 50 años, encontrándose muy por debajo de la media.
Sin duda el binomio "desastres-cambio climático" es demasiado redondo, obvio e intuitivo como para no ser utilizado. De echo es casi imposible imaginar que no sea así.