lunes, 3 de noviembre de 2008

Total a pagar...

El tema de las energías viene siempre unida a adjetivos como: "verdes", "sostenibles", "limpias"; o por el contrario: "contaminante", "sucia", "peligrosa"... Pero lo que yo me suelo preguntar es: "¿Y la factura?".

Los fondos públicos, y el dinero del que disponen nuestros políticos son recursos que los ciudadanos cedemos (o se nos quita, el concepto de "impuesto" proviene de "imponer", "coaccionar"). Este hecho, debería de obligar a cuidar con escrupulosidad las prioridades de gasto público. El problema es que, la mayoría de las veces, es el gasto el que les hace imprescindibles. Esto es, cuanto más dinero soy capaz de gastar (gestionar le llaman ellos) más importante soy y más imprescindible e importante es mi labor. Un político es valorado por la cantidad de medidas que es capaz de lanzar y esas medidas siempre van asociadas a gasto, nunca son medidas asociadas al ahorro. Es curioso, lo que un político ahorra permite que los ciudadanos lo gastemos. El dinero que hay es el que hay y sólo se puede gastar una vez.

Pues bien, todo esto viene a colación de algunos precios
comparativos que he leído en esta web. En ella se habla de los costes de la energía dependiendo del método de generación.

Costes por MW/h:

* Energía nuclear: 36 euros
* Energía hidráulica: 45 euros
* Por quema de carbón: 52 euros
* Quema de gas: 60 euros
* Energía eólica: 84 euros
* Energía solar foto-voltaica: 430 euros

De estas cifras además hay que tener en cuenta la parte correspondiente a subvenciones. En el caso de la energía eólica la subvención es de 30 euros por MW/h y en el caso de la energía solar foto-voltaica de 390 euros.

Viendo la diferencia entre los 36 euros y los 430 euros ¿cuando se nos ha justificado los motivos para subvencionar la foto-voltaica en detrimento de la eólica? ¿Por qué le pagamos 390 euros por MW/h a un señor que dispone de 600.000 euros para construir un "huerto solar" y conseguir
rentabilidades altísimas a costa del dinero de todos?